El director rodará este thriller social sobre los emigrantes africanos que intentan saltar la valla de Melilla.

Tras el éxito de ‘Bajocero’ , la cinta de habla hispana más vista en la historia de Netflix, Lluis Quílez ya tiene un nuevo proyecto. Se trata de ‘El salto’, thriller social sobre los emigrantes africanos que tratan de saltar la valla de Melilla. Producida por Cine365 Films, que actualmente también rueda ‘La casa de los cactus’, la película cuenta con guion de Flora González Villanueva (Las chicas del cable, Seis Hermanas) y está basada en un texto que ganó el premio Julio Alejandro 2015.

“Es un thriller social que narra la peripecia de un grupo de personajes cuyas vivencias giran en torno a la valla fronteriza entre Marruecos y España. Ahonda en temas clásicos como la lucha por la supervivencia, la búsqueda de una nueva patria o la defensa de derechos humanos universales. Es un drama social narrado con importantes dosis de suspense y acción. Relata con un tono realista y cercano una hazaña épica que llevan a cabo un grupo de personajes unidos por un único objetivo: saltar la valla de Melilla”, explica Quílez.

Esta es la sinopsis oficial de ‘El salto’, de la que aún no se ha desvelado su reparto:

Mussa llegó a España hace años desde Malí, pero siente que ahora sus raíces están en Madrid, donde vive con su Madrid, donde vive con su familia y trabaja como cocinero. Un día la policía lo detiene y Mussa, que carece de permiso de residencia, es deportado a su país natal. A partir de ese momento su único objetivo será volver a España para reunirse con su esposa e hija. Meses más tarde, Mussa ha conseguido atravesar África e instalarse en un campamento para migrantes en el Monte Gurugú, cerca de la frontera que separa África de Europa. Allí conoce a Aminata, una chica de catorce años que está empeñada en saltar la valla para llegar a España y reecontrarse con su padre. Desde el primer momento Mussa se convierte en un “tutor” para Aminata y juntos intentarán sobrevivir en una frontera hostil donde no se respetan los derechos humanos mientras esperan que se organice el próximo salto. Saltar la valla es una hazaña física que no está al alcance de cualquiera. Muchos no lo consiguen jamás. Otros mueren en el intento. Ninguna mujer lo ha logrado hasta la fecha.